En 22 de noviembre fuímos a un Guateque que organizaba Duduà para celebrar su octavo aniversario y el lanzamiento de su primer libro en el Barri del Born. Estuvo muy bien. Buen ambiente, buena música, buena bebida y un bimgo muy molón en el que regalaban productos relacionados con las labores (agujas, hilos, bordado, etc).
Os explico todo ésto porque al final de la fiesta se tenía que romper una piñata y de ella salían más cosas de regalo y de rebote me llevé a mi casa un ovillo de Woolly de DMC. Digo rebote porque cuando la piñata se rompió empecé a coger los hilos que habían a mi alrededor que resultaron ser todos de punto de cruz (lo intenté en mi primer embarazo pero no me acabó de gustar). Le estaba comentando a mi marido que qué iba a hacer con esos hilos y una chica muy maja que había justo a mi lado me dijo que si quería hacer un cambio con el Woolly y evidentemente acepté encantada.
Nunca había trabajado con hilos DMC y he de decir que me he enamorado. Empecé un chal con el ovillo y me gustó tanto cómo estaba quedando que me compré 5 ovillos más en Creativa Barcelona y lo acabé y, no sólo eso, me he hecho con el mismo hilo uno mostaza de calaveras que os lo pondré en otro post. El patrón de éste chal es el típico que creo que se llama de arañas.
Así que he pasado de ser adicta a los cuellos en invierno a serlo de los chals porque me los puedo apretar y enrollar tanto cómo quiera y voy calentita calentita.
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